El omega-3, omega-6 y omega-9 son ácidos grasos poliinsaturados, que deben obtenerse a través de alimentos o suplementos vitamínicos y que se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados, y en algunas fuentes vegetales, pero el cuerpo no puede producir omega 3 y 6, pero si el omega 9 a partir del omega 3 y 6.
Aunque los ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega-9 cumplen distintas funciones dentro del cuerpo, es necesario incorporar proporciones equilibradas (entre 20-35% de calorías en forma de grasas, y evitando las grasas saturadas y trans (“malas”)) de ácidos grasos esenciales y no esenciales para mantener buena salud cardiaca, dermatológica, capilar, inmunológica, respiratoria, reproductiva, circulatoria, y neurológica.
Beneficios:
- Disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
- Aumentan el nivel de colesterol HDL (“bueno”), disminuyen el nivel de colesterol LDL (“malo”) y de triglicéridos en la sangre, y evitan que se obstruyan las arterias.
- Facilitan la eliminación de la acumulación de placas en las paredes arteriales, que pueden ser la causa de un ataque cardíaco o accidente cardiovascular.
- Contribuyen a una buena salud reproductiva y fortalece el sistema inmunológico.